Los datos mas recientes de la oficina de catastro en Bogotá, indican que un 70% de la población del distrito esta asociada con un formato de propiedad horizontal, bien sea como su residencia o como su sitio de trabajo.
La intolerancia como factor importante de falta de convivencia, las relaciones intrafamiliares y de vecindad como factores de cultura ciudadana y los hechos sociales y de seguridad, que se presentan en estos espacios, exigen un transito hacia propuestas con modelos mas robustos y generosos con un alto contenido de felicidad. La Gerencia de La Felicidad como un escalón superior de la Convivencia tendrá un capitulo especial en este programa y presentara iniciativas disruptivas que llevaran a entender la magia de este concepto en la administración, gerencia y gestión de este tipo de organizaciones y comunidades.
Socializar los conocimientos relacionados con la normatividad en propiedad horizontal, en particular la Ley 675 de 2001 y las normas relacionadas. Igualmente, contribuir en el desarrollo de las destrezas y habilidades para implementar una gestión administrativa, financiera y contable eficiente y eficaz para la sostenibilidad de las copropiedades, así como la identificación de herramientas para la gestión de la seguridad y atención de emergencias y la promoción y practica de la convivencia y la solución de conflictos al interior de las copropiedades, como vehículo para alcanzar altos niveles de Felicidad.
Urge repensar, reinventar y construir un nuevo concepto de propiedad horizontal en Colombia. Los propietarios, residentes, y administradores y también los constructores, son los llamados a iniciar, promover y desarrollar este proceso de transformación. Los constructores son un actor muy importante que tiene que incluirse y comprometerse, pero sin ninguna duda el principal actor es el estado, que debe estar comprometido en una nueva dimensión de la PH en Colombia y debe intervenir de manera urgente en la expedición de una nueva ley que se ajuste a las tendencias del siglo XXI, que debe ampliar su cobertura hacia las empresas constructoras y los nuevos formatos que están apareciendo con tendencias asociadas a la generación de los millenials y nativos digitales y el avanzado ritmo de las tecnologías y las comunicaciones.
Antes de convertirse en PH, los proyectos inmobiliarios de los constructores tienen que estar acompañados de una responsabilidad y un compromiso muy grande, entregando capacitación y formación a los potenciales compradores de sus productos y diseñando y desarrollando proyectos que tengan un alto contenido de sostenibilidad y sustentabilidad, que orienten la PH hacia el auto sostenimiento en servicios básicos (agua, energía, ecología, reciclaje, aseo, servicios generales, jardinería) y atomizar el costo de administración y mantenimiento y simultáneamente inducir un ambiente de pedagogía, conocimiento y aprendizaje que potencie el desarrollo y crecimiento de estos territorios y sus sociedades y economías, junto con el entorno geográfico en donde se encuentren localizadas.
Inducir desde su nacimiento el concepto de una PH con visión organizacional y empresarial, con alto contenido social-humano, entendiendo la PH como una entidad sin animo de lucro (ESAL), pero también se debe entender que estas organizaciones no pueden ser entidades con animo de perdida, aquí no cabe la caridad y el altruismo exagerado y se debe planear y orientar una gerencia con objetivos de riqueza en todos los aspectos y esto incluye la riqueza financiera, con condiciones y características empresariales que exigen un manejo administrativo y gerencial de alto nivel.
Cuando nace la iniciativa de compra o inversión por parte del propietario, debe haber conciencia y compromiso de la responsabilidad que se esta adquiriendo y entender que el ingreso al mundo de la PH, exige ser auto incluyente, participativo, colaborativo y propositivo con permanencia presencial en todos los eventos de la propiedad.
Debe aceptar y entender la condición obligatoria de integrar y participar en los órganos de administración, dirección y convivencia, como demostración y aporte de su responsabilidad en el manejo, conservación, desarrollo y crecimiento de su propiedad y de toda la PH. Esta función y rol debe ser obligatoria, con un mecanismo de rotación con funciones, responsabilidades y compensaciones motivacionales, aunque no necesarias y obligatorias. Y ante la existencia de la doble negación (rechazo al cambio + zona de confort) por parte de los propietarios, aparece el administrador(a) como gran responsable de inducir a los propietarios hacia el conocimiento y aprendizaje del concepto de propiedad horizontal y todas las ramificaciones que de este se desprenden. En este programa se encontraran las herramientas y técnicas que permiten que esta tarea se pueda efectuar para construir organizaciones de propiedad horizontal con altos índices de felicidad social, organizacional y empresarial.
La Ley 675/2001 con sus mitos y paradigmas es un desafío que aun se puede aprovechar para construir el nuevo modelo de propiedad horizontal que permita una mejor evolución y un mayor desarrollo y crecimiento de las sociedades y economías que nacen al interior de estos territorios y comunidades.
Los datos mas recientes de la oficina de catastro en Bogotá, indican que un 70% de la población del distrito esta asociada con un formato de propiedad horizontal, bien sea como su residencia o como su sitio de trabajo.
La intolerancia como factor importante de falta de convivencia, las relaciones intrafamiliares y de vecindad como factores de cultura ciudadana y los hechos sociales y de seguridad, que se presentan en estos espacios, exigen un transito hacia propuestas con modelos mas robustos y generosos con un alto contenido de felicidad. La Gerencia de La Felicidad como un escalón superior de la Convivencia tendrá un capitulo especial en este programa y presentara iniciativas disruptivas que llevaran a entender la magia de este concepto en la administración, gerencia y gestión de este tipo de organizaciones y comunidades.
Socializar los conocimientos relacionados con la normatividad en propiedad horizontal, en particular la Ley 675 de 2001 y las normas relacionadas. Igualmente, contribuir en el desarrollo de las destrezas y habilidades para implementar una gestión administrativa, financiera y contable eficiente y eficaz para la sostenibilidad de las copropiedades, así como la identificación de herramientas para la gestión de la seguridad y atención de emergencias y la promoción y practica de la convivencia y la solución de conflictos al interior de las copropiedades, como vehículo para alcanzar altos niveles de Felicidad.
Urge repensar, reinventar y construir un nuevo concepto de propiedad horizontal en Colombia. Los propietarios, residentes, y administradores y también los constructores, son los llamados a iniciar, promover y desarrollar este proceso de transformación. Los constructores son un actor muy importante que tiene que incluirse y comprometerse, pero sin ninguna duda el principal actor es el estado, que debe estar comprometido en una nueva dimensión de la PH en Colombia y debe intervenir de manera urgente en la expedición de una nueva ley que se ajuste a las tendencias del siglo XXI, que debe ampliar su cobertura hacia las empresas constructoras y los nuevos formatos que están apareciendo con tendencias asociadas a la generación de los millenials y nativos digitales y el avanzado ritmo de las tecnologías y las comunicaciones.
Antes de convertirse en PH, los proyectos inmobiliarios de los constructores tienen que estar acompañados de una responsabilidad y un compromiso muy grande, entregando capacitación y formación a los potenciales compradores de sus productos y diseñando y desarrollando proyectos que tengan un alto contenido de sostenibilidad y sustentabilidad, que orienten la PH hacia el auto sostenimiento en servicios básicos (agua, energía, ecología, reciclaje, aseo, servicios generales, jardinería) y atomizar el costo de administración y mantenimiento y simultáneamente inducir un ambiente de pedagogía, conocimiento y aprendizaje que potencie el desarrollo y crecimiento de estos territorios y sus sociedades y economías, junto con el entorno geográfico en donde se encuentren localizadas.
Inducir desde su nacimiento el concepto de una PH con visión organizacional y empresarial, con alto contenido social-humano, entendiendo la PH como una entidad sin animo de lucro (ESAL), pero también se debe entender que estas organizaciones no pueden ser entidades con animo de perdida, aquí no cabe la caridad y el altruismo exagerado y se debe planear y orientar una gerencia con objetivos de riqueza en todos los aspectos y esto incluye la riqueza financiera, con condiciones y características empresariales que exigen un manejo administrativo y gerencial de alto nivel.
Cuando nace la iniciativa de compra o inversión por parte del propietario, debe haber conciencia y compromiso de la responsabilidad que se esta adquiriendo y entender que el ingreso al mundo de la PH, exige ser auto incluyente, participativo, colaborativo y propositivo con permanencia presencial en todos los eventos de la propiedad.
Debe aceptar y entender la condición obligatoria de integrar y participar en los órganos de administración, dirección y convivencia, como demostración y aporte de su responsabilidad en el manejo, conservación, desarrollo y crecimiento de su propiedad y de toda la PH. Esta función y rol debe ser obligatoria, con un mecanismo de rotación con funciones, responsabilidades y compensaciones motivacionales, aunque no necesarias y obligatorias. Y ante la existencia de la doble negación (rechazo al cambio + zona de confort) por parte de los propietarios, aparece el administrador(a) como gran responsable de inducir a los propietarios hacia el conocimiento y aprendizaje del concepto de propiedad horizontal y todas las ramificaciones que de este se desprenden. En este programa se encontraran las herramientas y técnicas que permiten que esta tarea se pueda efectuar para construir organizaciones de propiedad horizontal con altos índices de felicidad social, organizacional y empresarial.
La Ley 675/2001 con sus mitos y paradigmas es un desafío que aun se puede aprovechar para construir el nuevo modelo de propiedad horizontal que permita una mejor evolución y un mayor desarrollo y crecimiento de las sociedades y economías que nacen al interior de estos territorios y comunidades.